miércoles, 11 de enero de 2017

Revolución en el Oeste - un pequeño adelanto

Hola a todos ustedes.
Soy Guillermo Cabanelas y, entre otras cosas, me he dedicado a la escritura. Soy Profesor en Historia, profesión que me acercó aún más a la lectura y escritura, dos hobbies a los que he dedicado gran parte de mi vida. Gracias a ella conocí nuevos tipos de textos y mejorado mi calidad literaria, pues uno de los requisitos para ser docente de historia, es leer y escribir mucho. Toda mi vida tuve la necesidad de expresarme por medios literarios, aunque nunca me había animado a escribir algo con el fin de publicar hasta ahora.
A mediados o fines del año 2016, y tras algunos golpes y alegrías que me ha dado la vida, me decidí a no dejar pasar más tiempo y hacerme de los espacios y tiempos necesarios para poder llevar a cabo un proyecto personal que me embarcó en el hermoso desafío de escribir una novela del género épico-fantástico. Ha sido una aventura que, sin lugar a dudas, lejos está de acabar.

Aprovecho la oportunidad para saludar y agradezcer a todos aquellos que se han acercado a esta página para conocer un poco más de este libro, que en el transcurso del primer semestre de 2017 (espero) salga a la venta. Ya está en etapa de corrección, y esperamos pronto empezar con el arte de tapa.

Les dejo como cierre de esta entrada una pequeña parte del prólogo, las primeras líneas que escribí y reescribí hasta quedar satisfecho:
"Llovía copiosamente en la zona montañosa del sudoeste del continente, muchos de los presentes nunca habían visto caer tanta agua, pues provenían del norte, de la zona desértica. La lluvia caía con una gran fuerza proveniente desde el sur, con un viento frío que calaría en los huesos de cualquier humano o elfo, aunque no lograba traspasar la piel dura y verde de los orcos. Este tipo de tormentas eran comunes en estas regiones, puesto que la costa estaba despejada, y no se asomaban las montañas.
Los ejércitos se encontraban inquietos y se respiraba un aire de muerte, haciendo que la tensión escalara a gran velocidad. Los orcos no estaban acostumbrados a estar frente a sus enemigos de manera ordenada y sin atacar. Toda disputa se resolvía con las armas; todo combate, por más tonto que fuera, a muerte. El lodo que se formaba bajo los pies de los soldados más nerviosos salpicaba hasta las rodillas a quienes tenían a su lado. Solamente Ulog Gro-Bash, conocido como El Dragón del Ocaso, el Dragón del Poniente (o simplemente como El Dragón), se encontraba tranquilo. Era un orco como cualquier otro, pero había ganado su nombre debido a que era el primero de su clase en adorar a un dios extranjero, lo cual le había ganado muchos rivales, y lo había llevado a un auto-exilio."

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